miércoles, 4 de septiembre de 2013

TU REFRIGERIO ESPIRITUAL DE HOY: El poder de la palabra

El poder de la palabra

¿Te has dado cuenta que se han hecho común los comentarios que menosprecian las palabras para darle peso a las acciones? Por causa de tantas palabras sueltas o dichas por las voces de la maldad, la desilusión nos hace pensar que conviene preferir ver acciones y oír menos palabras; el “muéstrame” es la moda, el “dime” es considerado anticuado. Esta conducta puede tener sentido práctico, pero también un error.
Jesús dijo "el que tenga ojos vea, el que tenga oídos oiga". Me parece se refería a eso, poner atención a los hechos y las palabras...pero...en combo. Pero fíjate que invita a las dos cosas, no solo mirar acciones sino a las palabras también. Las palabras tienen un poder capaz de concebir acciones, motivarlas, potenciarlas. Estoy convencido que las grandes acciones tienen su origen en una frase, una palabra, un consejo, escuchado o leído en el momento en que el alma descorre el velo del miedo, de la ignorancia, de la incertidumbre. Es entonces cuando se atreve a hacer lo que antes le parecía imposible e impensable. Una sola imagen, una acción, puede hacer pedazos muchas palabras y sueños...pero la vida se trata de seguir deseando, y transmitir esos anhelos en las palabras adecuadas que, dichas en el momento adecuado, pueden transformar a una persona, una nación...al mundo.
¿Han leído el discurso de Martin Luther King el 3 de abril de 1968? en Memphis, Tennessee... se me eriza la piel al escuchar el audio…"he visto la tierra prometida, y puede que yo no entre con ustedes a esa tierra, pero estoy convencido que nosotros, como pueblo, entraremos a la tierra prometida". Lo dijo refiriéndose a los sueños de justicia social de los “negros” en Estados Unidos...aquellas palabras dejaron a Washington boquiabierta, algunos congregados allí lloraron de entusiasmo y esperanza, ese día el mundo cambio porque un hombre -con todas las implicaciones de nuestra especie- emitió poderosas palabras que fecundaron en almas para convertirlas en acciones. Puede que no lo sepas, pero al día siguiente el Dr. King fue asesinado. Han pasado 45 años, y aun se escucha el eco de lo que poderosas palabras, dichas cuando las almas están sedientas, pueden lograr...el resto depende de la voluntad del alma que ha escuchado. El que tiene oídos, que oiga, como decir, si estas poniendo atención haz algo al respecto.
¿Por qué te comparto esto? Porque deseo recordarte que hay poder en las palabras, para construir o destruir. Muchas maldiciones fluyen de las almas destructoras. Pero las que fluyen de un alma constructora tienen el poder de cambiar actitudes, pensamientos, y…cuando el oído traduce hacia el ser interior…cambiar acciones para bien. Te animo a que tus palabras estén impregnadas de buenos deseos, de bendiciones, de buenos consejos y afirmaciones alentadoras que alejen la amargura de las aguas del alma. Verás cosas que te harán sentir que ya no hay gente de palabra y que estas carecen de valor, pero sí que lo tienen. Vale la pena seguir soñando y animándonos mutuamente con el poder de una palabra sazonada de amor, fe y esperanza. Feliz día.

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