SENDEROS, GUIAS Y SENDERISTAS
Si alguien me hubiera dicho un mes antes que esa mañana yo estaría en Bogotá puede que me hubiera reído y respondido que no estaba en mis planes. Pero allí estaba, meditando en circunstancias de la vida que nos llevan por caminos impensados. Siguiendo el sendero ascendía la llamada “Montaña de la Quebrada de la vieja”, como parte de mi necesario y apreciado ejercicio cardiovascular. Estaba llegando a la cima, que por cierto me pareció el Everest por lo exigente que resultó. Estando allí vi a un uniformado, responsable de proteger a caminantes y bosque. Cansado como estaba disfruté observando la belleza natural de un lado y la del concreto de le ciudad por el otro, entonces le pregunté al uniformado si se podría descender por algún tramo distinto al que acababa de terminar, jadeando. Me dijo que por otro lado no había sendero. Sin embargo, la siguiente vez subí con Raúl, baquiano de esa montaña, quien me guio por el llamado “Camino De Los Gatos” que, aunque implica un tramo exigente, era más directo y permitía una vista hermosa de la ciudad y la montaña. Si había otro sendero, uno mejor al comúnmente seguido. Me hizo pensar en tramos de mi vida cuando no me he asegurado de tener una guía adecuada y he tomado la ruta comúnmente seguida. Vino a mi mente aquella tarde en La Gran Sabana, cuando buscaba el camino al campamento, y comenzaba a oscurecer. Aunque en un bien equipado 4x4, no era fácil para un citadino buscar un sitio al que nunca había ido, en la selva, sin letreros ni guías de camino. Comenzaba a ponerme ansioso cuando vi, un letrero pequeño, a unos 30 centímetros de altura, pero lo que me permitió verlo no fue el tamaño sino sus letras en color reflectante “Intiguazi” y una flecha…el campamento, mi destino. Como senderista aficionado he aprendido la importancia de nunca andar por ruta, ni ascender un camino, en solitario, sino asegurarme de contar con un guía adecuado sin exponerme en la oscuridad, salvo una emergencia. Entonces me pregunto ¿No es la vida un recorrido en el que necesito esas mismas precauciones? Pensando en estas cosas leo uno de mis pasajes preferidos de la Biblia, Jeremías 6:16: “Deténganse por los caminos, y pregunten por las sendas antiguas cual es el buen camino, anden por él, y encontrarán descanso para el alma”. Te fijas que en ese pasaje se hace referencia a un sendero que es llamado “buen camino”, un guía a quien “preguntar” y un senderista…cada uno de nosotros. Quiero que pienses en la frase final del pasaje, en la que me dice que si se busca el buen camino, y se le transita, entonces el alma vive en paz. Me parece que muchos están caminando su propio camino “moderno”, otros están preguntando al guía equivocado, vestido con apariencia de experto pero ignorante de los senderos que dan paz duradera al alma. La decisión la tiene el senderista…tú y yo…el camino a tomar en la vida. Pero atención, es una decisión que o te lleva o aleja de la paz, armonía, tranquilidad. Pienso que por eso dice “preguntar por las sendas antiguas”, es decir a la experiencia, a quienes ya anduvieron el camino de sosiego y armonía. Son guías en el camino para ayudar y dar dirección al senderista. Quiero compartirte dos frases dichas por mi guía del sendero de la vida: “Sígueme”, una cosa es que te envíen y otra es que te digan sígueme y te mostraré como llegar. La segunda, “vengan a mi…y encontrarán paz para el alma”, algo que ningún religioso ni mercader de la fe podrá darte. Pienso que la búsqueda de vivir con tranquilidad pasa, necesariamente, por buscar los principios intelecto-espirituales de una relación armoniosa con Dios, lo que permite estar en armonía con nosotros mismos, nuestros semejantes y hasta esta tierra en la que vivimos. Te pregunto, ya terminando, ¿Has pensado que como senderista debes elegir a quien preguntar y escoger un camino y? La clave para saber si estas en el camino correcto no es mirar cuantos están a tu lado, ni que uniforme o etiqueta lleven, sino confirmar que tienes paz, algo de lo que no necesitas convencer a nadie sino reconocer puertas adentro de tu ser. Hoy es el mejor día para tomar una pausa, meditar si el camino que estoy viviendo es el correcto. No te guíes por la apariencia de quien te habla, ni busques grandes letreros, mira hacia dentro, y si tienes paz y armonía…vas bien. Las palabras de Jesús son el GPS para la vida…y aunque tu sendero sea angosto o parezca viejo, con algunos tramos esforzados, es el camino. Me gusta decir que la vida no es siempre fácil, pero es siempre hermosa. Es mi deseo que seas un senderista del buen sendero, con el guía adecuado para tu alma. Feliz día.
Por José Gil.
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